Seguro que os ha pasado.
Escucháis una canción y es como si os leyera el pensamiento. Todo lo que
vosotros habéis vivido y sentido está ahí. Para mí esa es una de las
casualidades más bonitas que existen. Siempre he pensado que es increíble que
alguien ponga voz y música a nuestro yo más interno, a esas cosas que nosotros
muchas veces no hemos sabido dejar por escrito, y evitar así que el tiempo se
lleve nuestros recuerdos...
Escucho poca música en
español, ya iréis descubriendo mis gustos poco a poco a través del blog. Pero esta
canción es una de esas excepciones que llegó a mi vida de la manera más casual.
Desde entonces no hay un domingo lluvioso que no la escuche…. La letra de esta
canción es una de esas que no necesitan explicación. Cada uno puede sentirse
identificado. Es simple, pero maravillosa a la vez. Reconozco que a mí me llega a poner la piel de
gallina. Os quiero dejar la letra, y que ella hable por sí sola.
La canción se llama “Siempre
esperándote” y es de Carlos Sadness. Está incluída en su disco "Ciencias Celestes", que os lo recomiendo personalmente.
"¿Cuánto camino llevabas andado pensando lo mismom que yo? Ni si quiera los días podrías contarlos, habías perdido de vista el reloj. La puntualidad de los sentimentales que estiran el tiempo como si un "adiós" fuera a durar toda una vida, una despedida que no terminó. Tendré que acostumbrarme, a lo mejor, a la impaciencia de que tú llegues siempre tarde y yo siempre esté esperándote.
Tú llegues siempre tarde y yo siempre esté esperándote.
Ahora dirás que se me ha hecho tarde, que fuimos demasiado cobardes.
Que yo te esperé y tú desesperaste entre tardes fugaces. Se hace de día, en una ciudad que no es mía y la chica que duerme a mi lado nunca sabrá que existías. Jamás se hablará de ti en la comida, y eso que a veces, cuando atardece, pienso en la vida que voy a perderme. Luces incandescentes. Sueño que vienes a verme.
Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente, mientras tú llegues siempre tarde y yo siempre esté esperándote.
Tú llegues siempre tarde y yo siempre esté esperándote.
Vaya sensación, algo se quemó por dentro del caparazón. Yo debía estar ardiendo, salven a los niños, porfavor."
Y es que a veces lo
único que hacemos es esperar… aunque no sepamos a qué ni a quién….
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