Si te vas...

Si te vas vete, pero vete bien. No llames, ni me dejes mensajes a media noche, ni intentes verme o hablar con mis amigos para saber si estoy bien o si tu pérdida me ha dolido más de lo que tú imaginabas.

Si te vas, vete. No digo lejos, pero no querré volver a verte o encontrarme contigo. Hacer como si fuera una casualidad cuando en realidad lo había provocado yo.

Si te vas... vete. Sin despedidas, no hay cosa que me duela más. Decir adiós no es lo mío, supongo que es porque me he malacostumbrada a decir “hola” demasiadas veces...

Si te vas, solo te pediré una última cosa. Dime el por qué. Pero dímelo cuanto antes mejor. No quiero malgastar mi tiempo triste y mal, por alguien que no se lo merece. Simplemente quiero llorar lo justo, por ti, por mí, por aquello que yo una vez llamé “nosotros”. Qué ilusa, ¿no es cierto?

Si te vas... Gracias por haber venido.